El blog de Silvia

La Promo de la Eurocopa'2012

Personalmente, siempre me han encantado los spots de la Selección Española de Fútbol, pero creo que este año, las marcas se han esforzado en hacer promos muy elaboradas y llenas de ese sentimiento que nos despierta el fútbol. Aquí os dejo una recopilación de mis favoritos, los anuncios que más me han gustado de la promoción de la Eurocopa 2012!

Los de MoviStar: la lista de los campeones El de Coca-Cola, otra manera de ver la vida. El de Mahou, uno de los más bonitos, con el padre y esas hijas a las que no les gusta el fútbol pero que disfrutan de "un sentimiento" El de Cruzcampo Y este otro basado en los códigos BiDi de Coca-Cola, en el que un padre y un hijo charlan sobre las virtudes del nuevo novio de mamá, al que no le gusta el fútbol. ¿Cual es tu favorito?
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RELATO: "En la noche gélida" (#PonleUnFinal)

Es una de esas noches de Diciembre en las que crees que el invierno no terminará nunca, una de esas noches en las que la nieve es tan intensa y el frío tan extremo que no recuerdas otra cosa que no sea ese frío casi aterrador que traspasa tus huesos hasta conseguir que te duelan.
   Acabo de salir de trabajar, en una oficina pequeña cuya calefacción no abastece lo suficiente, situada en la tercera planta de la fábrica en el polígono industrial de la ciudad más cercana al pueblo en el que yo vivo. Llevo puesto un anorak rojo, grueso y pesado, pero que no consigue evitar que tirite en cuanto salgo de la fabrica, sorprendentemente cálida y acogedora aunque no alcance ni los 17 grados en el interior, comparad con los 23 grados bajo cero a los que me enfrento en cuanto salgo al exterior. Me subo la capucha del anorak, ciñéndolo a mi cuello con la gruesa bufanda, dejando solo los ojos al descubierto. Mis manos, dentro de los guantes de forro polar, se entumecen al instante. Entrecierro los ojos porque el aire trae consigo copos de nieve que se me meten en los ojos, que empiezan a llorarme.
   Tengo el coche aparcado a menos de 100 metros, pero es una distancia considerable, teniendo que salvarla a tan baja temperatura. Las farolas ya se han encendido y desprenden esa mortecina luz anaranjada que presentan en sus primeros minutos de vida. Es una luz débil, supongo que para aprovechar la poca luz que le queda al día.
   Aquí, en los Pirineos Orientales, en Diciembre, se hace de noche muy pronto. Siempre he pensado que deberían encender las farolas mucho antes, pero en esta ciudad, ni siquiera eso funciona.
   Tampoco debe funcionar mi coche, o esa impresión me da en cuanto lo veo, cubierto de nieve. Es un viejo Volvo que siempre se ha portado genial conmigo y al que le tengo mucho cariño porque fue un regalo de mi padre. Muchos de mis compañeros se refieren a él como "el montón de chatarra", pero aunque su motor sea más ruidoso de lo habitual, nunca me ha dejado tirada en medio de la carretera y ha soportado inclemencias climáticas como la de hoy. Limpio el parabrisas con el guante antes de meterme dentro y cuando me meto me doy cuenta de que dentro no hace mucho menos frío que fuera, pero que al menos, no hace aire. 
   Enciendo la calefacción y me espero a arrancar hasta entrar en calor. Enciendo la radio. Busco la emisora local, donde no dejan de hablar del parte meteorológico de la semana. Cuatro (o cinco) días más de nieve incesante y temperaturas bajo cero. La situación resulta casi terrorífica, y las autoridades advierten de que lo mejor es no salir de casa, como si eso le fuera posible a todo el mundo.
   Voy entrando en calor poco a poco, asi que me quito la bufanda y me desato los cordones de la capucha para bajármela. Me veo en el retrovisor. La nieve me ha quemado la cara. Tengo una línea roja, como un antifaz, sobre los ojos. Reparo en que era la única parte de mi cara que se había quedado al descubierto cuando salí de casa al trabajo, y del trabajo a casa. Me unto crema hidratante mientras que espero a que el motor se caliente un poco poniéndolo al ralentí. Como de costumbre, canturreo las habituales melodías publicitarias de los productos que anuncian por radio, e incluso repito los slogan en voz alta. Es una manía estúpida y lo se, pero dentro de mi coche, solo me oigo yo.
   Arranco y circulo a velocidad prudente. Las carreteras locales son sinuosas, y debo tener cuidado. A pesar de las cadenas, la superficie es resbaladiza, y por culpa de la nieve no tengo buena visibilidad. Me queda mucho camino por delante, asi que cambio de emisora cuando me aburro de oir todo el tiempo el mal tiempo que hará. Me deprime saber que todavía quedan varios días deprimentes como hoy. Salir de casa solo para ir al trabajo y nada más salir del trabajo, meterme en casa. Sin vida social, ni paseos... Vivir en esta localidad, es un rollo.
   Busco en el bolso, sobre el asiento de copiloto, mientras conduzco despacio con la otra mano. Encuentro el teléfono móvil. Busco en mis contactos a mi marido, César. Debería odiarle por haberme traído a vivir a los confines del mundo por ese proyecto de energía hidraúlica, pero no lo he conseguido. Pulso el botón para empezar la llamada y cuando me acerco el móvil a la oreja oigo el aviso de que no tengo cobertura.
   Y entonces lo digo:
       -¡Maldito pueblo de mierda!
   Me alegro de que no haya nadie, tan solo yo y el Bart Simpson que cuelga del retrovisor. Parece que me mira, con su gesto canalla y sus redondos ojos saltones, como recriminandome lo que he dicho. Le hago un gesto obsceno con el dedo, como si ese triste llavero, tuviera la culpa de que allí no hubiera cobertura móvil casi nunca, ni Wi-Fi, ni ninguna de esas cosas que los seres humanos utilizan en el siglo XXI. Esto, casi parece el Tercer Mundo.
   Me resigno a que así es mi vida, y pienso en que en menos de una hora estaré en mi acogedora casa de montaña, junto a mi marido y una de esas cenas que se inventa y que casi nunca son comestibles, disfrutando de la chimenea encendida mientras intercambiamos las pericias del día.
    En la radio suena una canción que me gusta, y subo el volumen. Empiezo a cantar, pero la tengo tan alta que apenas me oigo la voz. Vivo un pequeño momento de euforia, uno de esos momentos de felicidad que solo uno mismos se entiende. Me distraigo del cuentakilómetros, y no me doy cuenta de que esty subiendo de velocidad.
   Después, todo ocurre muy deprisa. La nieve arremolinándose alrededor del coche no me permite ver más que una sombra cruzándose. Por instinto piso el freno tan a fondo que consigo hacerme daño en el pie. Todo mi cuerpo se tensa como un arco y echo la espalda para atrás hasta hacer crugir el asiento. No veo cuando aquella figura se estrella contra mí porque cierro los ojos por puros reflejos, pero oigo el golpe en el capó y sobre el techo del coche, al mismo tiempo que las cadenas de las ruedas rechinan en la carretera.
   Parece que el mundo se ha detenido: el coche, los sonidos, todo se ha parado, menos mi corazón, que me galopa en el pecho. Abro los ojos muy despacio, como si me diera miedo abrirlos.
   La música sigue sonando muy alta.
   Poco a poco, me giro.
   Todo está tan oscuro detrás de mí que no consigo ver a la persona o animal que he atropellado. Sin pensármelo dos veces cojo la linterna de la guantera, me subo la capucha y salgo del coche.
   La música saliendo del interior del coche abierto pone una extraña atmósfera al momento. El haz de luz de mi linterna es débil, pero distingo las ruedas marcadas en la carretera cubierta de nieve, y tras ellas, un bulto confuso y oscuro. No soy capaz de distinguir si es una forma humana o animal, pero de igual manera me sobrecoge su quietud. Me acerco lentamente, con un nudo en la garganta y sintiendo que voy a llorar, aunque sea un ciervo.
   Me acerco más. Más. La luz de la linterna va definiendo los contornos.
   Y soy capaz de distinguir lo que hay tirado en el suelo.


¿Te gustaría ponerle un final?
Entra en Twitter y con el hashtag #ponleunfinal invéntate como continúa.
Cada usuario escribe un final en uno o más tweets. Tu decides como sigue esta historia, ¡A disfrutar!
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Final para el Relato Colectivo

El Relato Colectivo que estábamos haciendo en Twitter se ha quedado OFF. Por eso, he decidido que cada uno de sus participantes escriba un final cuya longitud será elegida por el propio participante, es decir, que no tiene ni un mínimo, ni un máximo. Los finales los podeis escribir en word y mandármelos en PDF (o Word) a mi correo electrónico sil_pal@hotmail.es. Publicaré TODOS los finales enviados al correo en mi blog, y cuando estén todos se votará en twitter al mejor, que será oficialmente el final del relato. Asi que ya estais escribiendo, que "Proyecto Génesis" tiene que tener un final tan digno como el relato.
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RELATO: "Historia de un Beso"



¿Que es un beso?

Un beso es una muestra de amor y afecto entre dos personas. Eso dicen. Para mi, es algo más.

 Un beso es un pacto sagrado, un juramento eterno, un rito ancestral, que sirve como puerta a un universo nuevo, como puente hacia el cielo, como llave para abrir el paraíso, o el mismísimo infierno. Un beso puede mostrarte el rostro de Dios o el del Diablo, puede mostrarte tu futuro o tu presente, tu nacimiento, o tu muerte, tu vida o su vida.

 Y dicen que un beso, no deja huella. Pero es mentira.

 Me llamo Paula. Nunca creí en el amor verdadero, y siempre pensé que el amor eterno era una gran mentira de la humanidad. Y yo, que creía que no eran ciertas tantas cosas, me volví loca por un beso. Un mísero e insignificante beso. Un roce. Unos segundos. Y luego, nada.

 Han pasado ya muchos años desde aquél día en el que me volví loca. Era un típico día de Abríl. No tan típico. Mi hermana, la triunfadora, la que siempre ganaba en todo, la que nunca perdía en nada, la que tenía un gran trabajo mientras que yo cambiaba de este constantemente, la que estudió una gran carrera mientras que yo apenas si acabé los estudios primarios, la que conducía un gran coche mientras que yo ni siquiera tenía todavía carné de conducir, la que se había comprado un ático en Jorge Juan, mientras que yo continuaba viviendo con mis padres por que mi sueldo nunca me permitía ni siquiera un alquiler, y por que siempre acaba dándome miedo de lanzarme a la emancipación en un piso compartido por que temía que mamá no estuviera ahí para tener siempre mi ropa planchada, para tener siempre mi comida favorita hecha, para estar pendiente de recordarme todo lo que yo olvidaba. Mi hermana, la perfecta, que ahora nos venía con el cuento de que ya había conocido al hombre de su vido, que ese patán con el que llevaba ya tres años la había pedido que se casara con ella, y como no, ella había accedido. Se casaría a lo grande, como todo lo que hacía ella, con un vestido blanco, en una preciosa iglesia, con un montón de invitados, y haciendo un gran banquete. Y yo estaría allí, el día que se celebrara su boda, oyendo a mi padre decirme que a ver cuando me casaba yo, oyendo a mi tío decirme que cuando me compraría mi propia casa, oyendo a mi mejor amiga decirme que cuando me casaría yo…

 Yo siempre la misma, la que se pasaba los días leyendo, soñando con fantasías de libros, escribiendo libros que luego nunca acababa, escondiéndome en mi dormitorio para leer un libro tras otro. Yo, siempre la misma, la rara, la diferente, la que no hacía nada útil, la que debería hacer cosas mas importantes que leer historietas, que debería preocuparme de hacer mi vida yo sola, sin la ayuda de nadie. Y ella venía ese día a casa, con ese patán con el que se casaría en dos meses, y mi padre y mi madre emocionados, preparaban una gran cena, para una gran mujer.

 Cuando estaba cerca de mi hermana, la perfecta, yo menguaba. A mi lado, esa mujer inteligente, que nunca se equivocaba al hablar, que sabía coger un cuchillo, que sabia hablar de todo, y que conocía todos los términos del diccionario, era un gigante. Y yo, desgarbada, desaliñada, me hacía cada vez mas pequeña e insignificante sentada a su lado, deslumbrándome por el brillo de sus mechas doradas, y por el de sus dientes blancos y perfectos con cada sonrisa que derrochaba. Era la típica mujer que sabe que decir en que momento, y yo todo lo contrario. Nunca sabía que responder cuando debía hacerlo, y cuando tenía que callarme hablaba. En cambio ella podría aplastarte con un puño cerrado, sin apenas alzarlo. “Envidia, la tienes envidia”, me decía mi padre.

 ¿Envidia yo? ¿Como podría envidiar a mi hermana? Nació del mismo vientre que yo unos cuantos años antes, y se llevó toda la gloria, pero no, yo no la envidio. Solamente me gustaría saber, ¿por que? ¿Por que ella lo puede todo, y yo sin embargo nunca puedo nada? Cuando me enamoro, los hombres se ríen de mi, y después de dormir en su cama, se olvidan de que me tapé con sus sábanas. Cuando alguien me gusta, ese alguien ni me mira, y cuando alguien me regala flores, yo no siento nada. Cuando tuve alguien que me quería yo sentí que no le merecía, y le dejé por que en realidad nunca le había querido. En cambio ella era la rompecorazones, la que dejaba a uno para estar con otro, la que presenciaba peleas en las que se la disputaban… ¿Y yo que? ¿Porqué ninguno me miraba a mi y en cambio todos la miraban a ella?

 En aquella cena, me senté frente a mi futuro cuñado. Mi hermana estaba embelesando a mi padre, líando a mi madre y aburriéndome a mi con una charla acerca de su empresa.

 Y le miré.

 Me estaba mirando. Parecía que, al igual que yo, no la estaba escuchando. Me di cuenta de que tenía los ojos negros mas profundos que había visto en mi vida. Tuve la sensación de que me iba a caer dentro de ellos, y que estaría cayendo por ese abismo durante el resto de mi vida. Bajo la sombra de sus largas y espesas pestañas, sus ojos estaban clavados en los míos, frios, ausentes, tristes… Luego me fijé en sus labios. Sentí el deseo de acercarme a él, apartar todos los platos que había sobre la mesa, y degustar esa carne suave que había en su boca…

 Y dejé de mirarle, para juguetear con la carne que había en plato.



ÉL

¿Que es un beso?

 Apenas es un roce. Apenas es una caricia. Puede serlo todo, o no ser nada. En él puedes sentir un valle de rosas, o un bosque de espinos. En un beso puedes verlo todo, o no ver nada. En un beso lo das todo, pero a veces, no recibes nada. Nada.

Y dicen que un beso, no deja huella. Pero yo se, que eso es mentira.

 Me llamo Manuel. Nunca creía en el amor verdadero, por que jamás me preocupé por él. Durante mi vida solo me preocupé de llevar a mi cama a las mas guapas de las mujeres, de disfrutar de sus cuerpos una noche, y de después olvidarme incluso de su nombre. Nunca me enamoré de ninguna. A veces ni siquiera las veía. Solo disfrutaba del instante que me daban, y después, ya todo terminaba.

 Mi padre siempre luchó por que fuera el mejor en todo. Creo que de alguna manera, fue él, el que me enseñó a vivir de esa manera. Gastó un gran dinero en que su único hijo fuera un gigante como él, y yo quise complacerle, siendo como a él le gustaba que fuera. Por eso, no me enamoraba. Estaba harto de oírle decir que solo los tontos se enamoran, y que un hombre de verdad solo quiere a una mujer para tenerla en su cama, y después olvidarla. Pero también mi padre fue débil, y se cansó de su hijo el líder, el que ganaba un montón de dinero en el mejor trabajo del mundo, que era lo único que había aprendido a amar realmente. Cuando estaba haciéndose viejo, quiso que su hijo se casara, y siempre andaba diciéndome que a ver cuando le daba un nieto.

 ¿Y quien mejor que ella para ser mi esposa? Era guapa, era inteligente, era elegante, conducía un gran coche, y tenía un gran trabajo. Sonia pasó por mi cama dos años antes de que empezáramos a salir en serio, dos años antes de que la pidiera que se casara conmigo. ¿Y como no iba a querer? Me dicen que soy guapo, soy rico, y eso si lo sé. Tengo un gran trabajo, y una vida que promete estar llena de exitos. Y un día, me llevó a cenar a su casa.

 ”No le hagas mucho caso a la rara de mi hermana”, me dijo, de camino a la casa de sus padres, en el coche. Cuando le pregunté por qué, ella me contó un montón de cosas raras de Paula. “Es una fracasada, nunca ha servido para nada más que para escribir libros que nunca acaba, y para leer historias que no podría realizar ni en sus mejores sueños. Me tiene envidia, la pobre. No tiene un gran tipo, ni una gran sonrisa, y siempre esta ausente…”

 Me la imaginé todo el camino como un patito feo a la sombra del cisne que desplegaba sus alas para llenarlo todo de sombra. Según la había descrito debía ser fea, sosa, y además tonta. Cuando entré, y la vi, me di cuenta de que era todo lo contrario. Siempre había creído en la belleza de los ángeles negros. Pero ese día, lo vi.

 Diferente. Asi habría descrito yo a Paula. Inteligente, a su manera. Se reservaba para ella toda esa inteligencia que ostraban sus ojos sin que ella quisiera para conservar ese misticismo que la envolvía en una bruma espesa e invisible, pero palpable, cubriéndola cuan alta era, desde su melena negra como la noche, hasta sus pies ligeros como el viento al caminar. Me di cuenta en ese momento de que por primera vez, era consciente de la belleza del ser humano, mas allá del físico. Ella desprendía un misterio que la convertía en un ser etéreo y distinto a todos los mortales del mundo, en su forma de mirar, en su voz, pausada y lenta, profunda, en su forma de juguetear con el cuchillo. Por un momento vi que me miraba, y por un momento, juré qu despues de mirar mis labios, se sonrojaba segundos antes de volver a fijarse en su plato de carne, para jugar con él.



ELLA

Sentí que me había visto, por primera vez en mi vida, alguien se había dado cuenta de que había otra mujer, sentada en la mesa. Me vio por dentro. Me vio a mi.

 Me puse nerviosa.

 Se me cayó el tenedor de la mano, y no sabía donde mirar. Alegué que ahora volvía, y abandoné la cena para irme a la terraza, dejando atras el salón. Hacía frío. Menudo mes de abríl, en el aire, parecía que todavía estaba cabalgando el mes de enero. Me apoyé en la balaustrada. El frío se apoderó de mi, pero lo agradecí. Idiota, idiota, idiota. Me dije. Que tonta eres, Paula. Nunca te fijas en nadie, nunca ves a nadie. Y hoy, has tenido que fijarte, has tenidoq ue ver, al futuro marido de tu hermana.

 Pero no era culpa mía… él era el que me había visto a mi.



EL

Aquella criatura efímera, casi etérea, se marchó de allí, despues de que el cuchillo se la cayera de la mano. Sonia dijo algo: “¿Lo veis? No soporta oírme hablar de mis logros profesionales y se larga a la terraza por que se ha mareado”

 Yo estuve esperando a que volviera durante toda la cena. Pero no volvía, y nada mas hacía mirar por la ventana los arboles meciéndose fuertemente por el viento. Debe de hacer mucho frío en la terraza, pensaba. La cena terminó, y su plato, seguía lleno. Me fui a encender un cigarro, y el padre de Sonia y Paula me dijo que e fuera a fumar en la terraza porque odiaba el tabaco.

 Buena oportunidad.

 Estúpido, estúpido, estúpido. Me dije. Nunca te fijas en nadie. Y te vienes a fijar en la hermana de tu futura esposa.

 Que ironía.



ELLA:

De pronto, me di cuenta de que no estaba sola. Me di la vuelta, y le vi, con un cigarrillo en los labios, mirándome desde la entrada. Y se acercaba. Y se acercaba.

 Y se acercaba.

 Me volví hacia él, de espaldas a la barandilla, y vi que cada vez estaba mas cerca. Quise retroceder, pero detrás de mi, solo había una altura de cinco pisos. Quería esconderme, pero no había donde. Me sentí aterrada por que me estaba mirando, me estaba sonriendo, se estaba acercando, y cuando dejó de acercarse, cuando dejó de andar, era por que ya estaba parado delante de mi. Se me pasó el frío.

 Su camisa blanca desprendía un calor jamás sentido, cuando lo acercó al mío. Creo que debió de notar mis latidos. Y si no lo hizo, entonces es que estaba loco.

EL

 Cuando me paré frente a ella, sentí que estaba temblando. Creo que no era por el frío.

 Puse una mano sobre su hombro, y de pronto, me volví loco, por que me incliné sobre ella, y aproximé mi rostro al suyo. Oí su respiración jadeante antes de que su respiración se silenciara bajo el peso de mis labios.

 Se quedó quieta, muy quieta, tan quieta que creía que el tiempo se había parado cuando penetré en sus labios con mi lengua, buscando la suya para acariciarla, abrazarla, hacerla mia, fundirla dentro de mi boca, para que se convirtiera en una parte de mi propia boca, durante el resto de mi vida.

 Pero sus labios latían, estaban vivos, su lengua ardía, respondía, se unía a la mía, se derramaba dentro de mi boca como un manantial lleno de vida y juventud, lleno de esa belleza interior que nunca había buscado, y que finalmente, me había encontrado a mi.



ELLA

Sus labios me atraparon, me silenciaron, se apoderaron de mi. Quise decir muchas cosas, pero estaba completamente muda, amordazada por esa boca salvaje que me había hecho suya.

 ¿Quien eres tu para robarme un beso? Gritaba yo por dentro. ¿Quien eres tu para volverme loca, para mover los cimientos firmes de mi tierra, para detener mi tiempo y condenarme a un eterno pasado sin futuro?

 ¿Quien eres tu para hacerme esto?

 Luchaba por dentro para desamordazarme, liberarme, gritar que de nuevo era libre, que de nuevo era yo, pero cuando por fin quise apartarme y sentí que podía respirar por mi propia boca, me di cuenta de que ya era demasiado tarde para ser yo misma

 Le miré a los ojos.

 ÉL

La ira en sus ojos me asustó. Pero supe que ella estaba mucho mas asustada. Aún tenía el sabor de sus labios en mi boca, cuando sentí un nuevo roce de su carne en la mía.

 Su mano, en mi cara.

 Me ardió la mejilla por el contacto de su mano en ella durante apenas una milésima de segundo.

 Sentí que esa bofetada me estaría quemando en la cara durante el resto de mi vida. Paula no me dijo nada. Vi de refilón el destello de una lágrima en su mejilla cuando se iba de aquella terraza pisando tan fuerte que creí que se hundiría el suelo bajo sus tacones.

 Se marchó, y no volví a verla esa noche.

 Paula estuvo en la prmera fila el día de mi boda con Sonia. Estuvo en la misma mesa que yo en el banquete. Cada vez que iba a casa, solía evitarme. Cuando nació su sobrino, mi primer hijo, también estuvo allí, al igual que estuve yo, con mi hijo de la mano, el día de su boda, el día que se convirtió en madre, el día de la comunión de mis hijos, y los días que sus hijos recibieron el bautismo.

 Siempre estuvo allí, pero siempre estuvo muy lejos. Y siempre tuve la sensación, de que después de mirarme, perdía su mirada en algún lugar, y se rozaba los labios con los dedos.



 ELLA

Han pasado muchos años. Mi marido, no es la persona con la que siempre soñé. Mis hijos me quieren seguramente mas de lo que yo me merezco. Y yo, me miro en el espejo, y cuando veo que las arrugas me van cortando la cara sin compasión, me doy cuenta de que eso que dicen de que los besos no dejan huella, es mentira.

 Me rozo los labios, y veo ahí esa magulladura, la magulladura de ese golpe descomunal, desproporcionado, que recibieron mis labios un día en una terraza. El hombre de mi hermana, aquél al que llevo viendo toda la vida de su mano, de la mano de los hijos que la ha dado, aquél al que solo besé durante la duración de unos segundos, marcó a fuego mis labios para siempre con un tatuaje que todavía hoy después de tantos años, sigue ahí, y soy consciente de que siempre estará ahí. Esa herida primero sangró hasta dejarme sin una gota de sangre y luego cicatrizó para ser eterna, y para permanecer en mi piel, e  incluso cuando sea un cadáver y mi carne se pudra seguirá ahí, en mi hueso, e incluso cuando mi hueso se consuma seguirá ahí, en el polvo en el que habré de convertirme. Esa huella me perseguirá siempre.



EL

Después de tantos años, todavía me arden los labios cuando veo a la herman de mi mujer, de la mano de un hombre al que se que nuca quiso.

 Todavía me arde la mejilla, por el golpe descomunal, desproporcionado, con el que descargó su ira tras sentirse enjaulada dentro de mis labios. Se que ese golpe, estará en mi piel hasta que muera, que estará bajo mi piel, en mi hueso, y estará ahí siempre, porque esta ahí desde ese moemento, y estará aun cuando yo ya esté muerto, hasta el mismísimo fin de los tiempos.

 Esa es la historia de un beso. Eso fue para mi un beso. Un beso en el que amé por primera vez, un beso que me enamoró de una mujer por primera vez, un amor, que permanecerá para siempre, por que nunca lo he tenido.



 ELLOS

Eso es un beso.

Un beso es un pacto sagrado, un juramento eterno, un rito ancestral, que sirve como puerta a un universo nuevo, como puente hacia el cielo, como llave para abrir el paraíso, o el mismísimo infierno. Un beso puede mostrarte el rostro de Dios o el del Diablo, puede mostrarte tu futuro o tu presente, tu nacimiento, o tu muerte, tu vida o su vida.
 Apenas es un roce. Apenas es una caricia. Puede serlo todo, o no ser nada. En él puedes sentir un valle de rosas, o un bosque de espinos. En un beso puedes verlo todo, o no ver nada. En un beso lo das todo, pero a veces, no recibes nada. Nada.

Para mi, es algo más.

Y dicen que un beso no deja huella. Pero eso, es mentira.

FIN
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RELATO: "El Viajero"

Era una noche fría y sin estrellas en Madríd. En la estación de Cercanías de Renfe de La Serna, un joven moreno y alto, enfundado en un abrigo negro, y portando un maletín de piel, esperaba la llegada del tren que le llevaría de vuelta a casa, después de una dura jornada de trabajo.

Mira alrededor. En la estación no hay un alma, a pesar de ser todavía una hora de tránsito. El muchacho mira el reloj, y descubre que lleva parado catorce minutos.

Es en ese momento cuando descubre la luminosidad de unos faros en la distancia. Por fin se acerca el tren y deja en el aire un suspiro que se dibuja como humo blanco delante de su atractivo rostro. Todos los vagones del tren que pasa deprisa por delante de él, están vacíos, y aunque al muchacho se le encoge el corazón de pura aprensión, sube al vagón que mas cerca le queda cuando finalmente el tren se detiene.

Dentro del vagón, el joven se sienta en uno de los asientos. Descubre que al fondo del vagón hay un anciano, que al igual que él lleva un abrigo negro, y un sombrero que le oculta gran parte del rostro.

El tren, comienza a caminar, y el muchacho mira hacia la ventana, observando el paisaje del que se aleja.

-¿Tiene un cigarrillo?

El joven, da un respingo. El anciano está de pie, delante de él. Es alto y delgado, ojos azules, profundos, nariz aguileña, cejas anchas y grises.

-Aquí no se puede fumar – contesta el joven, con un hilo de voz.

-Es para cuando me baje, hombre…

El joven asiente con la cabeza. Saca una cajetilla de cigarrillos rubios del bolsillo de su abrigo y le ofrece uno. El anciano lo acepta, le da las gracias, y se sienta.

El muchacho le mira, observándole fijamente. El anciano, le está mirando.

-¿Que le trae por aquí?

-Trabajo – dice secamente.

-Mladito trabajo, ay que ver. El tiempo que nos quita para ser felices, y encima, hay que rogarle a Dios que nunca nos falte.

-Ya vé.

-Cuando era joven, yo nunca tuve tiempo para ser feliz, por culpa del trabajo.

El joven le sigue la corriente, al no encontrar manera de como quitarsele de encima.

-¿De verdad? – pregunta.

-De verdad. Cuando me di cuenta de que el trabajo me había quitado todo lo que importa de verdad en la vida, ya era demasiado tarde. Hágame caso. Usted es joven, piense en su vida, y mande el trabajo a hacer puñetas.

-Ya quisiera… Pero de algo he de vivir, oiga.

-Claro. Eso decía yo.

El anciano mira unos instantes por la ventana. Luego se dirije de nuevo a él:

-¿Está usted casado?

-No.

-¿Y tiene novia?

-Si.

-¿Puedo saber su nombre?

-Claro. Se llama Andrea.

-Andrea… – dice el viejo, con actitúd nostálgica -. Seguro que es una mujer preciosa.

-Lo es.

-Yo estuve casado, hace ya muchos años.

-¿Y ya no?

-Mi mujer murió.

-Lo siento.

El viejo asiente con la cabeza.

-Hace ya muchos años de que la perdí… pero todavía la echo de menos por las noches, cuando me acuesto en la cama que está tan fría sin ella.

-¿Que la ocurrió?

-Se suicidó.

El joven empieza a sentirse incómodo con la conversación.

-Lo siento – dijo de nuevo.

-Se sentía sola. Yo nunca la hice el caso que se merecía.

El joven le mira, estudiando sus gestos, con cierta aprensión.

-¿Y tiene usted hijos? – le pregunta al viejo.

-Una hija. Lucía.

-Seguramente también será preciosa – dice el chico, sonriendo.

-Hace ya muchos años que no la veo. Me culpó de la muerte de su madre, y la perdí para siempre. Se que tengo nietos, pero ni siquiera se ni como se llaman, ni que rostro tienen.

-Cuanto lo lamento.

-Si, muchacho… hay errores en la vida de los que siempre te arrepientes, pero por desgracia ya no puedes solucionarlos. Ahora, por culpa de mi insolencia, tengo que cargar con la culpa de la muerte de mi esposa, y con la soledad de saber que mi hija me detesta. Ahora soy un viejo solo y abandonado, que por culpa de su egoísmo, ya no tiene a nadie.

El muchacho asiente.

-¿Vas a casa? – le pregunta al chico.

-No, he quedado con Andrea. Vamos a ir al cine.

-Y vas a pedirla que se case contigo.

El muchacho piensa entonces en el anillo que lleva guardado en el maletín.

-¿Y como lo sabe?

El viejo empieza a reir, de forma casi grotesca. Se apoya en su bastón para levantarse, y camina hacia la puerta del vagón, e¡mientras el tren se va aproximando a la siguiente estación:

-Yo lo se todo.

El viejo se detiene frente a la puerta, y el chico le observa. Cuando el tren se detiene, el viejo, le llama:

-Por cierto… olvidé decirle algo.

El joven, pregunta:

-¿Si?

El viejo sonríe, mientras acciona la manivela que abre las puertas del solitario vagón.

-Cuando la des el anillo,te dirá que nunca la gustaron los diamantes, que como era posible que no te acordaras… pero a pesar de que se pondrá a llorar, te dirá que si.

Cuando el misterioso anciano se marcha del vagón, el muchacho, estupefacto, se pasa el resto del viaje pensando en esas palabras.

Al llegar a su destino, coge un taxi que le conduce hasta el pub en el que ha quedado con Andrea. Lleva un vestido verde botella, y el pelo rojo recogido sensualmente sobre lo alto de su cabeza. Mantienen una charla superficial, y el joven alarga todo lo posible el momento de darle el anillo, puesto que siente cierta aprensión al respecto. Finalmente, le entrega la caja de terciopelo negro, y ella, emocionada, lo coge diciendo:

-¿Que es esto?

-No se, estaba en mi maletín. ¿Que tal si lo abres y lo descubres?

Ella sonríe. Abre la pequeña caja, y se queda unos interminables segundos mirándola. Luego le mira a él.

-¿Que significa esto?

-Es un anillo.

-Ya lo veo…

-Significa que quiero que te cases conmigo.

Ella sonríe, con lágrimas en los ojos verdes.

-Pero… ¿Por que me has comprado un anillo de diamantes? Siempre has sabido que no me gustan… ¿Como no has podido acordarte? ¿Siempre es ese el caso que me haces cuando te hablo de lo que me gusta y de lo que no?

El chico está estupefacto, recordando las palabras del viejo. “Cuando la des el anillo,te dirá que nunca la gustaron los diamantes, que como era posible que no te acordaras… pero a pesar de que se pondrá a llorar, te dirá que si.”

-No… Lo elegí por que es el mas bello, no recordaba que…

-¿Es así como me tomas en cuenta? – las lágrimas la empiezan a rodar por el rostro – ¿Regalándome para nuestro compromiso un anillo que no me gusta? No te entiendo, Juan… No puedo entenderlo…

-Lo siento Andrea…

-Si… – dice ella, secándose las lágrimas y asintiendo con la cabeza.

-¿Si que?

-Que sí. Que quiero casarme contigo…

El sonríe, y de pronto se olvida de todo. Se inclina hacia delante para besarla, y después la prende el anillo.

Pasaron los años, y Juan, siempre se acordó de aquél extraño anciano del tren, en aquella noche fría y sin estrellas. Pocos años después de casarse, tuvieron una hija, a la que, a pesar de las negativas de Juan, su mujer llamó Lucía. El trabajo fue siempre una prioridad para Juan. Nunca estaba en casa con su mujer y su hija, cuando llegaba tarde y exhausto, no le apetecía hacer el amor con ella. Andrea se sumió en una depresión, de la que solo la sacó el suicidio. Juan se la encontró un día con las venas cortadas en una bañera llena de agua roja mezclada con sangre.

Lucía le culpó de la muerte de su madre, y nunca más volvió a verla, aunque supo que se había casado y que había tenido hijos, varios nietos a los que nunca conoció.

Juan dejó el trabajo, y se arruinó, perdiendo su vida en locales y bares que se quedaron toda su dinero. Trataba de ahogar sus penas en el whisky, pero ni el más fuerte de los licores le quitaban esa angustia que le acompañaba cada día hasta la cama que se quedó tan fría sin ella.

Al mirarse al espejo, ya anciano, Juan se encontraba siempre con la cara de aquél anciano, que quiso avisarle de lo que le iba a pasar, para que cambiara su vida, y al que él, nunca hizo caso.

Cuando se encontró consigo mismo en el tren, con ese anillo de diamantes en el maletín, le advirtió de nuevo. Pero el joven, de nuevo, le ignoró.
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Simbología mágica en la Saga "Harry Potter"


Si hay alguna saga cinematográfica que haya dado mucho que hablar en los últimos tiempos, esa es sin duda, Harry Potter. Convertida en la saga de más éxito de la historia del cine, y los libros más vendidos en el mundo después de La Biblia, las aventuras del niño mago creado por J.K. Rowling han pasado a convertirse en algo más que una película o un libro, sino una leyenda cinematográfica a nivel internacional con intenciones de llegar a ser un mito, aunque para muchos, ya lo sea.
 Pero, ¿que esconde la famosa saga literaria y cinematográfica más allá de lo que todos somos capaces de ver?
 Como absoluta fan de la saga, e "investigadora" aficionada en mis escasos ratos libres, he conocido curiosos secretos escondidos entre los fotogramas de la saga, así como en los textos de Rowling. A simple vista parece una saga mágica cualquiera, con situaciones o personajes que rayan la fantasía o para algunos incluso el ridículo, muchos la consideran una película demasiado infantil, carente de argumento serio o instructivo, pero dentro de la saga Harry Potter, hay mucho más que el ojo no percibe a simple vista en una primera proyección de la saga.
Pero hay mucho que ver en Harry Potter.



¿Os suena este rostro? Se trata de Anne Boleyn, más conocida como Ana Bolena, segunda esposa de Enrique VIII de Inglaterra, y principal causa de la rotura de la monarquía británica con la Iglesia Católica. Se creía que Ana Bolena (por sus desavenencias con el clero, su libertinaje, y sus supuestos actos incestuosos al compartir lecho con su hermano), era bruja. No es de extrañar que en Harry Potter y la Piedra Filosofal se pueda ver este cuadro de la madre de Isabel I de Inglaterra en las escaleras de Hogwarts, repletas de rostros de magos y brujas populares.

Howard Philips Lovecrafft, famoso escritor estadounidense de relatos de terror y ciencia ficción, autor (entre otros) de los mitos de Cthulhu. En uno de sus relatos publicados postumamente, Lovecraft narra las desventuranzas de un profesor de un pueblo de la América profunda, el cual da clases a un extraño niño con poderes mágicos, de apellido Potter. La familia del chico tiene una peculiar fama en el pueblo de brujos, gracias a uno de sus antepasados conocido entre los publerinos como "El Hechicero Potter". Tal vez, visto de esta manera, no sea una casualidad ni el apellido del niño Mago, ni que las iniciales del mismo coincidan con las de Lovecraft.

En la Piedra Filosofal, Hermione lee que Nicolas Flamel cumplió 665 años el año pasado, por lo que el año que se estrenó la película, tiene unos diabólicos 666 años.

 Si al nombre del espejo de Oesed le damos la vuelta tendremos Deseo, así pues en la versión inglesa el espejo no es Oesed sino Erised, que es Desire (Deseo), y en la versión francesa Eerised, correspondiente a Desiree con el mismo significado.En el marco está grabada la siguiente frase: "Erised stra ehru oyt ube cafru oyt on wohsi" que leído al revés cambiando las separaciones queda: "Is how not your face, but your heart's desire", osea: No es tu cara sino del corazón el deseo.

En Francés, Vol de Mort (Voldemort) significa "Robar un cadaver"

Los tapices que cuelgan en la Sala Común de Gryffindor son copias de la serie "La Dama y el Unicornio" ("Lady and the Unicorn"), un set de tapices del siglo XVI que actualmente se encuentran en el Museo Cluny en Paris.


Cuando Harry encuentra todas sus cosas desparramadas en su dormitorio, en la pila de libros se puede ver brevemente el volúmen 4 de la Enciclopedia Mágica de la Segunda Edición de TSR Dungeon and Dragon.

 
Las líneas que componen la pieza llamada "Double Trouble", cantada por el coro de Hogwarts, pertenecen casi en su totalidad a las pronunciadas por las 3 brujas de Macbeth al principio de la escena primera del IV acto. La única línea añadida a las palabras de Shakespeare es "something wicked this way comes", que resulta ser la frase publicitaria o "tagline" de la propia película.

La profesora Sibyll Trellawney (que da clases de Adivinación) debe su nombre a las Sibilas, famosas profetisas mitológicas que a menudo ofrecían sus visiones sin que les preguntaran.

El nombre de Aragog, monstruosa araña en el bosque Prohibido, deriva de una mujer mítica llamada Aracne, que tenía gran talento para hilar y tejer. Orgullosa , desafió a Minerva, pero la diosa se enojó y la convirtió en araña, obligándola a tejer solo telas de araña. De Aracne, también deriva la palabra "Arácnido"

La maldición Avada Kedavra, que en Harry Potter causa la muerte a aquél que le sea lanzada, proviene de la frasearamea Abhadda Kedhabhra, que significa "desaparece con una palabra". En la antigüedad, era utilizada por los magos para curar enfermedades.
 De esta frase, proviene el famoso Abracadabra que los magos siempre han utilizado en espectáculos de magia e ilusionismo.

Sirius Black, padrino de Harry y mago con las capacidades de transformarse en animal (animago), obtiene su nombre de la estrella Sirio, de la constelación del Can Mayor. Por esta razón, la forma animal que Sirius obtiene al transformarse, es la de un can, un perro negro.
 Esta estrella tiene gran importancia en el mundo mágico. Es el símbolo de la diosa Isis. Su apellido, Black (negro) no podía ser más apropiado para la forma de perro negro que toma al convertirse en animal. Precisamente, en Europa y Norteamérica, hay muchas leyendas de apariciones de perros negros que reciben cientos de nombres, entre ellos, Black Shuck (de Scucca, que en anglosajón significa demonio) Según estas leyendas estos perros custodian los cementerios o determinados caminos. Otras afirman que vagan por los campos durante la noche. Según testigos oculares, aparecen de repente, junto a la persona que camina sola. Suelen ser mas grandes que perros normales, descritos a veces sin cabeza, pero la mayoría de las veces como enormes perros negros con ojos enormes y fulgurantes y muy silenciosos. Se los considera un presagio de muerte, con lo cual, es evidente que Rowling se inspiró en estas leyendas para crear al "Grim", el cual puede ver en los posos de café de la taza de Harry, augurándole la muerte.

Y hasta aquí, y de momento, os dejo este pequeño y humilde apunte sobre toda la simbología mágica (y seria) que Harry Potter esconde de una forma muy sutil y sublime, en su mundo de aparente fantasía inocente.

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Relato Colectivo: "Proyecto Génesis"


En una lejana comarca de los Pirineos Orientales, la nieve caía, cubriendo con su manto cada centímetro del suelo. (@SilvyaPalacios) Aquella mujer, acompañada de un niño de corta edad, hacía lo imposible por avanzar en medio de la tormenta. (@claratahoces) Agotada de avanzar sin rumbo, se desmayó en medio de esa nevada mientras el niño que estaba con la mujer, @Lorena_Busta se arrodillaba ante ella, asustado y con las lágrimas congeladas en sus mejillas. (@AnaisPalacios93) Tenia miedo, mucho miedo. Aquella tarde habían vivido algo que no olvidarían en toda sus vidas, y él mucho menos. (@Lanavecelta) El pequeño golpeaba el rostro de su madre, cuando sus ojos se abrieron y esta le sonrió. (@Samcabezon) -Mamá,queda mucho para llegar? - preguntó el niño -No mucho. - dijo ella evitando mirarle a los ojos. (@expedientevilla) Evitar su mirada dolía, quería mirarle y decirle que todo iba a salir bien, que ella tenía un plan. Pero no había plan. La madre volvió la vista hacia el camino andado, detrás la nieve cubría sus huellas,delante esperaba un futuro incierto ( ‏@JP_19884) Se levantó, se cambió de mano, y cogió el niño con la otra. Esa la guardó en el bolsillo del chaquetón, congelada,dolorida. (@Lanavecelta) Ambos caminaban sobre la fría nieve cuando la mujer le dijo a su hijo: -Lo que hoy hemos vivido será nuestro secreto. (@Bek931) A lo lejos, más allá de la ventisca, distinguió entre los copos de nieve, la maciza mole de un monasterio. (@RXorby) Se aventuró a caminar hacia ese frio monasterio envuelto entre los copos de nieve. (@RakDoll) Las rodillas se la doblaban, presa de la fatiga, mientras avanzaba hacia el monasterio, arrastrando al fatigado niño #relatocolectivo (@SilvyaPalacios) Toda su ansia y prisa era por pisar aquel monasterio, era como si los persiguiera el mismísimo diablo. Miró hacia atrás (@lanavecelta) El frío les paralizaba el cuerpo y el monasterio parecía ser su única salvación (@Samcabezon) Por primera vez, la mujer miró con franqueza al pequeño: -Vamos a llamar a ese monasterio, hay que buscar cobijo Al llegar a los pies del gran edificio descubrió entristecida las puertas cerradas a cal y canto.(@JP_19884) Miró al niño y sintió un tremendo escalofrío al pensar lo que hubiera sido de ellos si no hubieran huido de aquel lugar.(@lanavecelta) La madre buscó desesperadamente otra entrada. En una de las paredes del monasterio había un pequeño hueco.(@Samcabezon) Pero Jonás con la curiosidad de un niño, saltó a la nieve y empezó a andar en dirección a algo que se movía detrás de (@lanavecelta) los árboles. Pero al ver más de cerca aquella forma oscura sintió temor y, aterrado, regresó al hueco en el muro. (@RXorby) La madre volvía cabizbaja y sin fuerzas. Tampoco había entradas por detrás. Al llegar al hueco, Jonás no estaba... La madre cayó de rodillas y rompió a llorar, mientras gritaba su nombre sin obtener respuesta. (@Samcabezon) Al mirar uno de los laterales del hueco donde había dejado al niño, vio la huella ensangrentada d la mano de su hijo... (@AnaisPalacios93) Esa mujer,(con la desesperación que muestra una madre al saber que su hijo corre peligro), echó a correr en dirección a (@lanavecelta) el bosque que rodeaba al inmenso monasterio perdido en aquella tempestad, buscando a su hijo desesperadamente, pero (@SilvyaPalacios) algo la sobresalto,un trozo de tela del jersei de Jonas colgaba de la punta de una rama ¿de que estaría huyendo? (@elmojete) De repente, un desgarrador grito surgió de las entrañas del bosque (@FriedrichClich) la mujer se paró en seco, volvió a escuchar aquel tremendo alarido que salía del bosque, echo a correr en dirección a (@lanavecelta) el bosque, la madre corriendo desesperadamente tropezó y cayó y sintió que no tenia fuerzas para continuar (@Samcabezon) la respiración agitada, silencio. La madre se incorporó sacudiéndose restos de hierbas y ramas. Y de nuevo, otro alarido (@JP_19884) Observa,sombras empiezan a levantarse de entre la penumbra,ya casi oscureció,q hacemos n este bosque? la madre se pregunto (@iZaacDroid) Intenta observar mas alla de las sombras,mas alla de la nieve,mas alla de su desesperacion (@RakDoll) Intuye que alguien la observa, pero no logra captar la atención de nadie,solo su cuerpo sufre la tensión de los desconocido (@lanavecelta) De pronto oye un gemido, un jadeo, algo que llega hasta ella arrastrado por el viento. Lentamente, se va volviendo (@SilvyaPalacios) Cierra los ojos,contiene la respiración,esta asustada,va dandose la vuelta poco a poco (@RakDoll) se siente sóla allí, en medio de la nieve, rodeada de árboles y con el frío rasgándole la piel...(@AnaisPalacios93) Es entonces cuando una figura de gran porte y embozada tras una capa se detiene junto a ella y la observa en silencio (@JP_19884) ella está sin aliento,se siente sola y sabe que aunque gritase nadie la oiría,entonces un escalofrío recorrió su cuerpo (@elmojete) el "ser" se comunicaba con ella sin palabras, si gestos, solo su mente sabía que aquella figura estaba hablándole, (@lanavecelta)Sintió en su interior la presión de aquella voz interior que se abría paso a través de su mente y sintió que poco a (@SilvyaPalacios) poco se quedaba paralizada, como si su sangre se fuera helando dentro de sus venas, convirtiéndola en una estatua de (@RXorby) hielo en medio de la nieve (@AnaisPalacios93) Su cuerpo estaba inmovilizado, frío, no podía hablar, no era capaz, pero sus ojos veían (@RakDoll) al "ser"con su traje y sombrero negro, deslizarse hacia la figura del niño, cogerlo de la mano y poco a poco alejarse (@lanavecelta). En un último instante, la figura se gira y la madre observa con temor la sonrisa macabra del extraño ser (@JP_19884) que avanza más allá de la tempestad, con su hijo de la mano. Aterrada, se fija en Jonás, en el sendero de sangre que (@SilvyaPalacios) va dejando el goteo de una de sus manos, le resultó extraño que Jonás estuviése tan cómodo y familiar con ese ser (@trix_kiddo) el niño se volvió, la miró y no dijo nada, no hizo ningún gesto. Solo a través de su conciencia supo quien era "el ser" (@lanavecelta) Una lágrima recorrió la mejilla de la madre, que no pudo evitar que Jonás se perdiera poco a poco en la negrura (@JP_19884) Cuando Jonás y aquél hombre desaparecieron, los copos siguieron cayendo sobre aquella figura de hielo en la nieve, por (@Samcabezon) cuya mejilla rodaba aquella lágrima que también se congeló.  Mientras tanto, Jonás, de la mano del misterioso hombre (@RXorby) que desenmascaró su rostro en cuanto hubo perdido de vista a la mujer y al que Jonás preguntó, -¿Donde vamos, papá? (@trix_kiddo) El hombre le miró sonriendo. - A buscar un refugio, hijo mío (@SilvyaPalacios)el hombre de aspecto extraño indica algo al niño, ha descubierto una cueva donde pasar la noche. Jonás asiente y camina. (@JP_19884) La cueva estaba oscura y solitaria.Las estalactitas pendían del techo,y se oía el eco lejano de una gota de agua cayendo  (@Samcabezon)sobre el suelo. Jonás miró a aquel hombre, y comenzó a caminar por la solitaria cueva. A lo lejos la oscuridad era (@AnaisPalacios93) espesa, tanto q no podían ver el final de la cueva. Avanzaron entre aquella oscuridad la cual arrastraba (@RichyDragon73) hacia una especie de sala interior (grande y fría),donde el mundo actual y el espiritual se juntaban en uno.Y donde solo (@lanavecelta)  existía una impenetrable y lóbrega soledad capaz de entristecer a cualquier alma (@SilvyaPalacios) el ser exhaló una bocanada de fuego prendiendo un montoncillo de leña. Jonás miró aterrado a aquél hombre oscuro (@JP_19884)y siniestro en el que tanto le costaba reconocer a su padre. Era él, pero le veía diferente, oscuro, macabro. (@Daninano89) El ser (con la mirada al frente) dijo: Por fuera soy la imagen de tu padre, pero por dentro, por dentro soy (@lanavecelta)su maldad, su lado oscuro, lo que desconocías de él. El niño le miró y sintió miedo. - Me tienes miedo? Le preguntó.(@RXorby) Jonás no sabe que responderle. Niega enérgicamente con la cabeza.- Cuando vendrá mamá? El hombre sonríe macabramente (@Samcabezon) mientras atiza el fuego con parsimonia. Jonás no quiere acercarse a él, siente un frío por todo el cuerpo, desconfía (@JP_19884) de quien un día fue su padre. Ahora no le reconocía en aquel ser amparado por las sombras:-Mamá no volverá.-le dijo. (@GabDevil73)Jonás siente una punzada de dolor. Añora la mano firme de su madre arrastrándole en medio de la tormenta. Su padre (@SilvyaPalacios) le había encontrado en medio de la tormenta, mientras su madre buscaba una entrada al monasterio. Le había hecho un (@RXorby) capote negro y basto semejante al suyo, su misión era arrebatárselo a su madre y llevarlo consigo a las sombras. (@JP_19884)Arrastrarlo por siempre a su lado. A ese lugar de donde había regresado envuelto en su propia sombra. (@RichyDragon77) Aquel hombre que paseaba entre los mortales como uno más siendo muy diferente a todos ellos. (@GabDevil73)Mientras removía las llamas, el misterioso hombre oscuro recordó aquella última noche en la que su mujer se interpuso (@SilvyaPalacios) en su camino. Llevaba tiempo temiéndole, tanto como él buscando la clave para acceder a ese misterio que tanto tiempo (@RXorby) Llevaba persiguiendo: la clave de la vida eterna que investigaba desde que sus padres murieron siendo niño (@Daninano89) pero el destino final, no le había jugado una buena pasada, y le había mandado directamente al mundo de las tinieblas (@lanavecelta) el ser sonríe con una mueca, se reclina en su capa y se tumba al lado del fuego. Jonás se acerca un poco más al fuego (@JP_19884) pero no se atreve a estar muy cerca de su padre. Este, cierra los ojos y se hunde en sus recuerdos, los negros (@SilvyaPalacios) recuerdos de aquella infancia negra marcada por ese frío que heló su vida para siempre: la violenta muerte de sus padres (@Daninano89) Nunca había podido olvidar los sonidos de aquella noche que nunca podría olvidar, en la que los extraños sonidos le (@AdryMorgan) sacaron de la cama de madrugada avanzando hacia la habitación de la que provenía aquél sonido de algo arrastrándose (@RXorby) hacia el pasillo desde la habitación de sus padres.Cuando estaba cerca, vio las manos de su madre aparecer en el suelo (@SilvyaPalacios) se agachó, las tocó y pudo comprobar como estaban manchadas de sangre, su madre con gestos, y sin poder hablar le hizo (@lanavecelta) señas para que se fuera, y después se quedó en absoluto silencio y tremenda quietúd. Recordaba que miró a la habitación, (@Daninano89) dónde se encontró a su padre, con un cuchillo en las manos ensangrentadas, sentado al filo del lecho conyugal, (@RXorby) Le miró y le sonrió como enloquecido antes de cortarse él mismo la garganta, ante sus (@SilvyaPalacios)aterrados ojos. Fue en medio de la violencia como aprendió a odiar a la muerte a la que quiso desafiar desde entonces (@AdryMorgan) Cuando tuvo edad se convirtió en científico y físico, y en los secretos de la Física Cuántica descubrió un secreto (@Daninano89)para contactar con el Universo Paralelo y encontrar la clave de la Vida Eterna. Lo llamó "Proyecto Génesis". (@RXorby) Durante años se obsesionó con ese proyecto, tanto que su mujer, acabó por tenerle miedo. No era más que un loco que (@SilvyaPalacios)se pasaba día y noche entre probetas y tubos de ensayo con una sola obsesión; vencer a la muerte y hacer un pacto con (@Lanavecelta)ese mundo misterioso en el que había contactado con una versión oscura y poderosa de sí mismo (@Daninano89) Fue poco a poco convirtiéndose en una versión avanzada del doctor Jekyl y Mister Hyde jugando a ser dios y demonio (@fdez_pedro)Durante un tiempo creyó tenerlo todo bien atado, hasta que se dio cuenta de que estaba desatando fuerzas incontrolables. (@JP_19884) que no podía contener. Su mujer veía, aterrada, como llevaba a casa animales que sacrificaba para traerles de vuelta (@SilvyaPalacios)desde ese Mundo extraño y siniestro, corrompidos y malignos. Le dejaba a solas con sus paranoias y obsesiones, a pesar (@RXorby) del miedo que le causaba. Pero un día, obsesionado con sus logros a pesar de la oscuridad que despertaba cada vez que (@AdryMorgan) Traia a un ser de ese mundo paralelo,a través de los espejos.Fue la noche de la brutal tormenta cuando creyó que (@RakDoll) incontrolable obsesión, quiso probar su ambicioso plan con su propio hijo, Jonás. En un desesperado intento por (@RXorby)
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